Imagina esto: estás decidido a iniciar tu propio negocio y tienes una motivación desbordante. Te quieres comer el mundo Pero, como en todo, el equilibrio es clave. Aquí es donde entra en juego la famosa curva de Yerkes-Dodson.
Esta curva en forma de U invertida nos dice que hay un punto óptimo de activación que maximiza nuestro rendimiento. Así que, veamos cómo se aplica
1. La activación insuficiente: Imagina que alguien tiene una idea brillante, pero le falta motivación y ganas para llevarla a cabo. Esa falta de chispa puede llevar a la procrastinación, falta de enfoque y una baja productividad. ¡El negocio podría quedarse en el limbo de las buenas ideas no realizadas!
2. El nivel óptimo de activación: Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Cuando tienes la motivación adecuada y las ganas de emprender, estás en el punto óptimo de la curva. Te sientes comprometido, con una actitud positiva y enfocado en tus objetivos. ¡Es el momento perfecto para tomar decisiones acertadas, asumir riesgos calculados y perseguir oportunidades!
3. La activación excesiva: ¡Cuidado con el entusiasmo desbordante! Si te pasas de revoluciones, corres el riesgo de caer en un estado de estrés y agotamiento. Sentirte abrumado por las responsabilidades, perder la claridad y tomar decisiones impulsivas perjudicará a tu rendimiento y afectar a tu negocio.
La curva de Yerkes-Dodson, nos ayuda a entender cómo el estrés afecta a nuestro rendimiento en cualquier tarea. ¡Es como una montaña rusa emocional! . Explicada de forma más sencilla:
Paso 1: ¡El punto óptimo! Imagina que tienes que hacer una presentación importante. Según la curva de Yerkes-Dodson, existe un nivel óptimo de activación o estrés que maximiza tu rendimiento. No demasiado relajado, ni demasiado estresado. ¡Justo en el punto medio!
Paso 2: ¡El subidón inicial! Cuando empiezas una tarea, un poco de estrés puede ser bueno. Te mantiene alerta y enfocado. Como esa sensación de nervios antes de una cita. ¡Es como la subida en la montaña rusa! Te sientes emocionado y listo para enfrentar el desafío.
Paso 3: ¡Cuidado con el exceso! Si el estrés sigue aumentando, llegará un punto en el que tu rendimiento comienza a disminuir. Es como si la montaña rusa llegara a la cima y de repente empiezas a sentirte demasiado asustado.
Paso 4: ¡Bajón total! Cuando el estrés se dispara, tus habilidades cognitivas se ven afectadas. Las decisiones se vuelven más difíciles y la concentración se va por la ventana. ¡Es como si la montaña rusa estuviera en caída libre y no pudieras controlar nada!
Paso 5: ¡Encuentra tu equilibrio! La clave está en encontrar el punto de equilibrio. Saber reconocer cuándo el estrés te está superando y buscar formas de reducirlo, como tomar un descanso, hacer ejercicio o practicar técnicas de relajación. ¡Así podrás volver a subirte a la montaña rusa y disfrutar del paseo!
Recuerda que cada persona tiene su propia curva de Yerkes-Dodson, por lo que es importante conocerte a ti mismo y encontrar tu punto óptimo de activación. ¡No te preocupes si a veces sientes que estás en una montaña rusa emocional, todos pasamos por eso! ¡Lo importante es encontrar el equilibrio y disfrutar del viaje!
Así que relájate, pero no te duermas