¿Te has planteado si tus hábitos actuales te ayudan a hacer crecer tu negocio.? ¿O piensas que no tienen que ver para que tu empresa funcione correctamente?
Si has contestado no a la primera pregunta y crees que tus hábitos no influyen en la marcha de tu negocio, tal vez deberías seguir leyendo. O no. Tu eliges
Tal vez no tienes un sueño reparador, o bien, duermes menos de lo que deberías habitualmente. Seguro que vas a tu empresa con una sensación rara, como de agotamiento, poca motivación y con pocas fuerzas de hacer frente como se merecen los contratiempos habituales de tu negocio. Y lo peor, es que estarás más susceptible y más proclive al enfado, y a juzgar...Por no decir que tendrás menos capacidad para pensar sobre tu empresa. El hábito del sueño, o mejor dicho, un mal hábito de sueño influye más que negativamente en ti, y por tanto, en tu negocio.
Vale. Si a ese mal hábito de sueño, le añadimos que para desayunar , antes de ir a trabajar, te tomas rápido un triste café con leche porque llegas tarde, pues la combinación es explosiva. Falto de sueño y sin alimentarte bien. Combinación ideal para tener un día de trabajo ideal de la muerte...
Y claro. A la hora de comer estás ya que no puedes, somnoliento, cansado y con una sensación de vacío en el estómago que hace que tengas un hambre atroz...Y comes más de la cuenta, aun sabiendo que tienes una importante reunión por la tarde. Y piensas, ufff, quien me mandaría a mi poner esa reunión hoy, que no estoy para mucho.
Solventas la reunión como puedes, aunque no recuerdas detalles importantes que te comentó tu posible cliente. Y piensas, vaya, le llamaré mañana para que me cuente aspectos que no le quedaron muy claros (o lo mismo fue a ti). Y para animarse la cosa, surge un problema en la empresa que te obliga a quedarte hasta tarde. Y claro, ese inconveniente te impide ir al gimnasio, al que te habías apuntado hace un mes porque te lo había recomendado el médico. Pero el no ir hoy, te alivia, hasta te alegra, aunque te tengas que quedar hasta tarde en la empresa. Si estás cansado...
Consigues terminar esa inoportuna tarea y antes de irte a tu casa, como un zombie te pones a revisar el catálogo de precios de los paquetes de folios, y piensas que los estas comprando muy caros y vaya, el pensar eso te da una cierta sensación de agobio.
Menudo día. Y por fin llegas a casa, agotado, y tus hijos ya se han acostado. Hasta lo agradeces, ya que estas tan cansado que no tienes fuerzas para nada. Cenas una cerveza y una pizza precocinada, y ya, deseando descansar, te sientas en tu sillón, a ver lo que ocurre en tus redes sociales, mientras piensas en lo que pagas de más por el paquete de folios, hasta que te quedas dormido...y te despiertas a las tantas...para irte a la cama...Mañana será otro día, ¿igual?
Comida, horario, sueño, deporte, mala administración del tiempo son hábitos que afectan indiscutiblemente a tu salud física, emocional y por ende, a tu rendimiento laboral...
Y cambiarlos, depende de ti. Tu salud y tu empresa (y tu familia ), te estarán muy agradecidos. Tú eliges.