Ponte en situación. No te resultará muy complicado. Reunión de amigos un sábado por la tarde después de comer, en una terraza y con buen tiempo.
Tras los tragos previos de los obligados 'digestivos', comienzan las discusiones políticas, religiosas, futbolísticas, que a menudo, se convierten en un auténtico huracán de emociones
Y sí, es el momento de desenmarañar el misterio de cómo la pasión y la falta de información real convergen en debates candentes que afectan no sólo al ámbito personal, sino también a nuestros negocios.
¿No crees que en esas Discusiones 'pseudopolíticas' es habitual que tú y tus amigos tengáis opiniones vehementes, y que a menudo carezcan de información precisa sobre ese tema en cuestión?. Las discusiones políticas pueden volverse apasionadas y polarizadas, aunque cuando las partes involucradas no tienen datos sólidos para respaldar sus afirmaciones.
Y qué decir de la religión, deportes, fútbol, teorías de la conspiración,...
Todo esto tiene su explicación en la llamada "Ley de la Controversia" atribuida a Gregory Benford. Sencillamente, se basa en la observación sobre la relación entre la pasión en una discusión y la disponibilidad de información real. La ley se expresa de la siguiente manera: "La pasión asociada a una discusión es inversamente proporcional a la cantidad de información real disponible". En otras palabras, cuanto menos información real y verificable esté presente en una discusión, más apasionada tiende a ser la discusión. O sea, cuanto menos sabemos de verdad, más fuertes son nuestras opiniones y emociones.
¿Conoces la famosa historia de la 'Guerra de los Mundos' de Orson Welles en 1938?. Esta emisión radiofónica ficticia sobre una invasión alienígena provocó el pánico entre muchos oyentes, que confundieron la ficción con la realidad
O que decir del 'terraplanismo' y la 'teoría del aterrizaje en la Luna'. Si, a pesar de la abrumadora evidencia científica que respalda la esfericidad de la Tierra y el aterrizaje en la Luna en 1969, hay legiones de defensores de estas ideas, en muchos casos, sin pruebas sólidas.
Esa pasión descontrolada en las discusiones nos lleva´también, en nuestras empresas y negocios, a decisiones impulsivas, a una auténtica pérdida de tiempo y de recursos valiosos e incluso a dañar la reputación de la empresa. Sí, es esencial mantener la cabeza fría, basar nuestras estrategias en datos sólidos y estar dispuestos a cambiar de rumbo cuando las circunstancias así lo requieran.
Ten en cuenta esta 'ley de la controversia'. La falta de información real te conducirá a debates apasionados, pero poco fructíferos.
A lo mejor, necesitas Mentoring