Es muy probable que éste no sea tu caso. Tu trabajo es estupendo, te dedicas a lo que te gusta o apetece, y hasta consigues cobrar un sueldo de tu negocio. En este caso, felicidades.
Puedes seguir leyendo sintiendo que este artículo no es para ti. Pero si lo es, continúa…
¿Cuántas veces has oído decir a empresarios, autónomos,…:”aquí vamos, sobreviviendo, que no es poco”, cuando les preguntan o preguntas que cómo les va en su empresa?
¿No me digas que tú también lo has dicho alguna vez o sigues diciéndolo? ¿Qué es lo que se quiere dar a entender con esa triste afirmación?
Pues entre otras muchas cosas:
-“Me aburre mi trabajo. Odio lo que hago”
-“Uff, no consigo ganar dinero con mi negocio. Saco lo justo para pagar lo que debo”
-“Al menos, puedo pagar mis facturas y llegar a fin de mes con las menos deudas posibles”…
-“No nos queda otra que trabajar, por lo menos saco para vivir. Si no trabajo, ¿qué hago?”
Y demás afirmaciones ‘alegría de la huerta’.
Así que trabajas para sobrevivir, entendiendo por sobrevivir esto mismo: comer, dormir, para reproducirte, para…¿qué mas? ¿Acaso sobrevivir es otra cosa?
En el caso de tu negocio, trabajar para poder sobrevivir no tiene sentido alguno. Imagina que alguien, viéndote en esa situación, pasa a tu empresa y te ofrece lo siguiente: “Como usted trabaja para sobrevivir, yo le propongo un trato: desde hoy, hasta que se muera le doy a usted comida diaria suficiente, y una habitación para vivir y le aseguro la educación básica para sus hijos. Eso sí, debe de dejar de trabajar en su negocio, y venirse conmigo. No podrá hacer nada más. Se limitará a sobrevivir, sabiendo que esto lo tendrá asegurado”.
¿Aceptarías esta proposición? Si tu intención es seguir sobreviviendo, en este caso tienes la supervivencia garantizada. O, ¿realmente no trabajas para sobrevivir y es una forma de hablar?
Pero si lo dices porque tu negocio actualmente se encuentra en una situación de escasez, y no haces nada para salir de esa situación de mera supervivencia, bien porque lo mal intentas pero no lo consigues, o bien porque al final te encuentras ‘cómodo’ en esa escasez, deberías hacerte la siguiente pregunta : ¿qué quiero conseguir con mi negocio y con mi empresa? ¿ A dónde quiero ir?.
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