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Persigue a tu zanahoria

Escrito por Gabriel Martínez | 06-oct-2023 9:32:40

Hay veces en las que te sientes frustrado y agotado por tener que hacer una tarea o estar en un trabajo donde no avanzas en ningún aspecto. Y es que a veces tus conocimientos no te sirven para conseguir un trabajo o escalar posiciones, y poco a poco te sientes relegado y abandonado a tu suerte.

 

      Y para motivarte, ponen delante de ti un aliciente, ya sea dinero, un puesto, un asceso, o sea, una zanahoria, lo bastante lejos para que te resulte inalcanzable y sigas corriendo detrás de ella sin llegar a ningún sitio.

         ¿Has oído la fábula del burro y la zanahoria?

            " Dice la fábula que para que un burro tire del carro hay que ponerle una zanahoria adelante lo bastante cerca para que crea que la va a alcanzar pero, a su vez, lo suficientemente lejos para que no lo logre. El burro piensa que alcanzará la zanahoria y realiza el mayor esfuerzo pero, al final del día y habiendo cumplido su cometido, la zanahoria aun está frente de sí.

               El amo lo mira y le dice que mañana seguramente tendrá más fuerza y conseguirá su merecida recompensa, pero todo es inútil y se convierte en un juego de nunca acabar… Incluso hay días que casi atrapa la zanahoria y la esperanza se redobla. Lastimosamente al otro día hará nuevamente su mejor esfuerzo pero tampoco conseguirá el objetivo y, mientras tanto, el carro va para adelante y se cumple el objetivo.

           Cierto día, el granjero preparó al burro muy temprano y salió camino del pueblo para vender los productos de su granja en el mercado local. Era una mañana con neblina y, mientras el hombre cantaba, el burro empujaba con más fuerza que nunca el carro para ver si esta vez si podía alcanzar su zanahoria. Sin embargo y, como siempre, al llegar al pueblo quedó en los establos sin nada y el granjero se fue al mercado.

          El tiempo pasó y cuando ya despuntaba la tarde el granjero regresó feliz porque había sido un día excepcional de ventas. Enganchó el burro al carro le puso su zanahoria adelante pero cuando agitó las riendas el burro ni se inmutó. Ni un solo paso dio… ya eran muchos años empujando para nada y el burro simplemente se plantó en sus cuatro patas y de allí no se movió.

            El granjero sacudió su cabeza con decepción, golpeó cruelmente al animal… pero nada, ni medio paso dio el burro, aun teniendo la zanahoria por delante. Fue entonces cuando el hombre se bajó del carro y caminó hacia su granja en busca de otro burro que fuera más joven e inexperto. Volvió con él, lo enganchó al carro, le dio de probar unas pocas rebanadas de zanahoria y le puso a su frente una enorme hortaliza, con lo que el burro empezó a empujar del carretón con gran fuerza para poder comérsela… Atado atrás del carro iba el primer borrico cabizbajo y decepcionado…

        El granjero miró al burro joven y con una gran sonrisa pensó: “Se conforma con poco, basta la promesa de una zanahoria para hacerlo feliz. “Eres un tonto” le dijo en voz alta al pobre animal “hacer el esfuerzo a cambio de nada”…

 

MORALEJA Si quieres dejar de correr tras la zanahoria, tienes que dar el salto e independizarte, dejar de correr tras la zanahoria de otros y correr por tu propia zanahoria.

                  En muchas ocasiones nos da miedo salir de nuestro área de confort y buscar nuevas oportunidades por miedo a perder lo que ya tenemos, aun que sepamos que no nos esta dando resultado.

                Pasan los años y seguimos quejándonos de lo mal que nos va y cómo nos trata la vida pero seguimos en ese trabajo frustrante, en muchas ocasiones, mal pagado, y que no nos lleva a ningún lugar.